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Obras folletinescas:
La araña negra
Es una de las más importantes obras de Vicente Blasco Ibáñez. Esta obra de su juventud, sorprende por la gran madurez literaria que hay en ella y por su realismo en cuanto a la descripción del ambiente social de la época. Denuncia la injusticia social y cierto comportamiento del clero que se infiltra en lo más íntimo de la vida familiar causando daños irreparables en la convivencia familiar y social.
¡Viva la República!
nos presenta una historia de supervivencia con pinceladas fantásticas, narrada en el estilo desnudo y preciso característico de Pinedo. La acción se ubica en un extraño convento situado en algún lugar de Argentina, en un tiempo indeterminado. Una especie de ola de frío de origen desconocido avanza desde el sur, precedida por columnas de refugiados que huyen de unas condiciones cada vez más inhóspitas. La protagonista de la historia es una monja que decidirá quedarse en el convento cuando todo el mundo parte, y que aprenderá a sobrevivir con las únicas criaturas que permanecen en el lugar pese al avance del frío: las ratas. Entre ellas y la protagonista comenzará a forjarse una relación de carácter religioso en la ésta adquirirá progresivamente los rasgos de una sacerdotisa con los roedores como únicos feligreses de este insólito culto.
Roméu el guerrillero
La novela comienza en 9 de Enero de 1802, cuando los franceses, entraron en Valencia y relata como la cuidad estaba destrozada y maloliente, mezcla del humo de la pólvora y la putrefacción de caballos y perros; se presenta la figura de Romeo, saguntino y comandante, que al abandonarle, los voluntarios que mandaba a consecuencia de la derrota sufrida, manifiesta la intención de hacerse guerrillero y lograr la victoria final con la fe de los héroes. La novela trascurre entre los diversos combates y batallas de la época, relatadas con la claridad característica del autor.
El conde Garci-Fernández
catalogada de novela histórica, aquí netamente romántica, ambientada en la Edad Media que es El conde Garci-Fernández, con el episodio nacional centrado en la guerra de la Independencia, para exaltar la figura del valenciano José Roméu, valiente guerrillero en dichas circunstancias históricas.
Fantasías (leyendas y tradiciones)
Su primer libro constituido por un conjunto de cuentos bajo el título de Fantasías aparecido en 1887, reúne así un conjunto de relatos de clara tonalidad romántica caracterizados como el cuento de dicha tendencia, por la ambientación medieval, el exotismo y en general, todo un nutrido grupo de motivos y tópicos propios de aquella estética, sin duda en estas fechas, ya totalmente superada.
Novelas valencianas:
Cuentos valencianos (1893)
Con estilo sencillo y sagaz, refleja su conocimiento y pasión por las tradicionesy costrumbres populares de las gentes sencillas del Levante español, así deja de manifiesto en cada cuento, el amor, la venganza, el odio, los celos ...
Arroz y tartana (1894)
Escrita en su día para el folletín del diario republicano El Pueblo, que él mismo fundó, la novela, que narra la caída de una familia perteneciente a la esfera del comercio como resultado de su obsesión por las apariencias, apunta contra una clase social -la aún incipiente burguesía española- que en muchas ocasiones se revelaba incapaz de hallar su lugar en una sociedad marcada por unas estructuras esclerotizadas.
Flor de Mayo (1895)
En Flor de mayo nos hallamos ante un Blasco Ibáñez en pleno poder de sus recursos técnicos y compositivos. El realismo, el naturalismo y el impresionismo son atinadamente conjugados por el autor en esta novela, estructurada en torno a un tema colectivo, la lucha por la supervivencia en un pueblo de pescadores, un tema doméstico y personal, un adulterio con secuela de celos y venganzas, y un escenario luminoso, el Mediterráneo y la ciudad de Valencia.
La Condenada (1896)
El libro relata una serie de cuentos, cada uno distinto entre si, que marcan la vida de época, los ideales frescos del autor y una colección sentimental amplia. El libro esta escrito en un modo ampliamente descriptivo, esto quiere decir que gran parte del cuento puede ser una descripción de un lugar u objeto.
La barraca (1898)
Sobre las tierras del tío Barret, que se atrevió a romper las cadenas y a cortar la cabeza del amo, don Salvador, con la consiguiente ruina de su familia, pesa una maldición. Convertidas en símbolo de la lucha contra los terratenientes, nadie debe cultivarlas. La hostilidad se desata contra un forastero, Batiste Borrull, que, con el sueño de sacar a su familia adelante, decide arrendarlas, desatando así una tempestad de odio y resentimiento que culmina trágicamente. En la mejor tradición de la novela naturalista, Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) se demora en La Barraca (1898) en el análisis de la psicología colectiva y achaca la crueldad de los personajes a los bajos instintos y a la brutalidad del medio en que viven. En estas circunstancias adversas, la lucha del maestro, don Joaquín, para educar a sus alumnos, resulta infructuosa.
Entre naranjos (1900)
Relata la historia de Rafael Brull, el único hijo de la familia con más poder de la pequeña localidad valenciana de Alcira. Tras la muerte de su padre, un político sin escrúpulos corrompido por el poder, Rafael decide hacerse cargo del negocio familiar - la plantación y distribución de naranjas -, así como continuar la carrera política emprendida por su padre. Al contrario que su padre, Rafael es un hombre culto y honrado, lo que no impide que en poco tiempo se convierta en un exitoso hombre de negocios y en político. A pesar de éxito, lo único que hace feliz a Rafael es estar junto a Leonora, una enigmática cantante de ópera que, tras varios años en Italia, regresa a Alcira para curarse de las heridas del pasado. Sin embargo, el círculo conservador que rodea a Rafael se opone a esta relación porque desprecian a los artistas.
Sónnica la cortesana (1901)
Recrea la heroica resistencia de la ciudad de Sagunto ante las tropas de Aníbal. Inserta en la tradición narrativa que toma como escenarios episodios históricos de épocas pretéritas y que recorre todo el XIX, desde «Los últimos días de Pompeya» hasta «Quo vadis», pasando por «Salambó», Vicente Blasco Ibáñez resucita en esta novela el mundo fastuoso y heroico, refinado y salvaje a la vez, de la Antigüedad. En ella se realiza un deseo de adolescencia y un complemento de las novelas que tienen por escenario la tierra valenciana
Cañas y barro (1902)
El tío Paloma, su hijo el tío Toni y su nieto Tonet formaban la familia de "los Palomas", junto a la infeliz "Borda", sacada de la Inclusa por la mujer del tío Toni, la cual anhelaba tener una hija. La acción se desarrolla en el Palmar de la Albufera valenciana. El tío Paloma fue pescador toda su vida en la laguna; su hijo, el tío Toni, sentía más afición por el trabajo de labrador, y consumía sus años tratando de formarse un terreno artificial para cultivar arroz, volcando cieno seco en la parcela acuática que le habían cedido, ayudado siempre en la ruda faena por la "Borda"; y Tonet, de chicuelo, correteaba con su amigo Sangonera y con Neleta, hijos respectivamente de un vago borrachín que llevaba el mismo apodo y de una vendedora de pescado. Ya de joven, Tonet manifiesta poco apego al trabajo, y como consecuencia de una reprimenda de su honrado y laborioso padre, marcha a Cuba. Cuando regresa, se encuentra a Neleta —de la que se había olvidado casi completamente— hecha una moza bien plantada y casada con el rico tabernero viudo "Cañamel". Resucitan los antiguos amores, y el "Cubano" —como ahora llaman a Tonet— acaba por ser amante de Neleta. El marido, hidrópico y achacoso, se asocia con Tonet para la pesca en la Albufera, por haber correspondido al último el número uno durante el sorteo, con derecho a elegir el mejor "redolín" (puesto); pero como el viejo Paloma es quien realmente lleva el trabajo, "Cañamel" rompe la asociación con Tonet, que se pasa la vida en la taberna, provocando la murmuración de todos los vecinos y los celos del tabernero. Muerto "Cañamel", y habiendo dejado un testamento por virtud del cual su mujer perdería la herencia si se casaba de nuevo o daba lugar a fundadas sospechas de infidelidad a su memoria, los amantes siguen sus relaciones con gran cautela, hasta que un embarazo de Neleta pone en peligro su secreto. Después de intentar el aborto sin conseguirlo, sobreviene el parto, y Tonet, por sugestión de su amante, sepulta en la Albufera al recién nacido. Pero los remordimientos no tardan en alzar una barrera entre Tonet y Neleta y, cuando pocos días después del crimen, durante una cacería de patos, el perro de Tonet desentierra el cadáver del niño, aquél, después de partir con un remo la cabeza del perro —que desaparece en el fondo de la laguna con el niño—, no pudiendo soportar las acusaciones de su conciencia, se dispara la escopeta en el pecho y muere, con la cara hundida en el barro de la orilla. Así le encuentra su padre, quien, ayudado por la "Borda", le sepulta en el terreno artificial que para él quiso formar.
Novelas de la guerra:
Los cuatro jinetes del apocalipsis (1916)
Publicada en 1916, en pleno horror de la «Gran Guerra», Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) representó con singular acierto en Los cuatro jinetes del Apocalipsis las distintas fuerzas, intereses y mentalidades cuyo enfrentamiento llevó a la primera conflagración mundial. Estructurada en torno a la historia de dos familias -los Desnoyers y los Hartrott- que, aunque provenientes parcialmente de un tronco común, pertenecen cada una a uno de los bandos en conflicto, la novela discurre ágilmente por los escenarios dantescos de una Europa rota, sobre cuyos desolados campos de batalla el gran vitalista que fue Blasco hace latir finalmente, salvaje e invencible, el deseo de vivir.
Mare nostrum (1918)
Es una de las novelas de Blasco Ibáñez que le abrieron el camino de la popularidad internacional. Escrita durante la Primera Guerra Mundial, y ambientada en este acontecimiento bélico, su posición a favor de los aliados la convirtieron un best-seller.
Los enemigos de la mujer (1919)
Última novela de Blasco Ibáñez publicada hasta la hora presente. Esta novela tiene por marco un mundo cosmopolita y multiforme, y por tesis la actitud de unos cuantos «nuevos-ricos» que a la vez son «misóginos» -formados durante la guerra, en este mundo extraño y abigarrado- del cual es cúspide y cabeza visible el Príncipe Miguel Fedor Lubimoff. Estos enemigos del femíneo sexo, estos detractores de la mujer: "la femme'enfant malade et douze fois impur" que dijo Vigny, están representados por este príncipe «blasé» y hastiado de placeres y de amores -como aquel rey «blasé» de Israel y de Judá, según le apellidó Heine, aquel Salomón que aún es hoy representado hasta en las coplas populares españolas como el símbolo más acabado y más antiguo de la misoginia... La novela se desarrolla en el ambiente cosmopolita y chic de la Riviera, a la orilla del Mar Mediterráneo, en la Costa Azul, entre gentes de lujo y de placer de todos los países. Entre estos tipos descuellan las figuras primaciales de don Marcos de Toledo, supuesto coronel del ejército carlista, que ha servido a las órdenes del general Saldaña, que en sus andanzas de emigrado, brujuleando por París, va a caer en el palacio del antes cabecilla carlista y ahora marqués de Villablanca; casado ya en la madurez inválida del destierro, con la princesa Lubinoff, una rusa extravagante, a la vez cruel y tierna, que después de la muerte del marqués emigrado y heroico, casa con un escocés Sir Edwin Macdonald, la distinción personificada, atento con todo, muy digno en sus ademanes, parco en las palabras. Este escocés tiene un hermano segundón que se lanza ya a ganarse la vida por el mundo y cae en la frontera de México donde matrimonia con una riquísima heredera del país, poseedora de minas de plata y extensas tierras. De este matrimonio nace Alicia que es una de esas figuras de mujer que resaltan de la obra de un novelista: es un personaje acabado, completo, perfecto. Aparecen también como personajes secundarios la madre de Alicia, Mercedes Barrios, tocada de manía de grandezas; Atilio Castro, un español «que había pasado la mayor parte de su existencia fuera de su país»; Teófilo Spadoni, pianista famoso, que pasea sus virtuosísimos y sus tics de lujo en un mundo elegante y abigarrado; y Carlos Novoa, un joven pálido, larguirucho y miope, que está en Mónaco pasando una temporada, pensionado por el Estado español y realizando estudios admirables de la fauna marítima en el Museo Oceanográfico. Y dominando todas éstas figuras, como figura capital y nudal del libro, se halla el Príncipe Miguel Fedor Lubimoff. Toda la novela se desenvuelve entre esas gentes del alto mundo elegante que Blasco Ibáñez ha conocido y estudiado en estos últimos años de su vida cosmopolita, en que ha andado residiendo casi establemente en Paris, viajando por la América del Sur y por la América del Norte, en suma, saturándose de mundanismo.
Novelas sociales:
La catedral (1903)
La catedral» es la primera novela de serie y tesis que publicó Blasco Ibáñez. Al hablar de ella renuncio ante todo como siempre, a resumir el argumento de la obra. Gabriel Luna, hijo del señor Esteban, jardinero de la catedral de Toledo, nació y se crió en los claustros altos o "Claverías" de aquélla, donde habitaban los servidores y obreros del templo. De inteligencia despejada, fue destinado a la carrera eclesiástica e ingresó en el seminario, donde estudió con gran provecho, hasta que, próximo el momento de ordenarse, sobrevino la guerra carlista y partió, como otros muchos seminaristas, para luchar por la causa del Pretendiente a la Corona. Terminada la guerra, se internó en Francia, y cuando dominó el idioma, pasó a París, hizo amistades, leyó a Darwin, Büchner y Haeckel, "que abrieron sus ojos a la luz de la verdad" y le hicieron perder la fe; luego Proudhon, Reclus, Kropotkin y Bakunin "completaron su cultura". Así, el antiguo seminarista se transformó en anarquista militante de tan "redentora" idea. Anduvo por varios países haciendo propaganda, y en Barcelona fue encarcelado por creérsele implicado en un complot, sufriendo dos años de torturas en la cárcel de Montjuich. Recobrada la libertad, Gabriel, agotado, tuberculoso y siempre perseguido, vuelve a Toledo en busca del amparo de su hermano Esteban, empleado en la catedral como "Vara de Palo" (pertiguero de ceremonias litúrgicas) y habitante de la antigua vivienda familiar en las "Claverías". Esteban, viudo y olvidado voluntariamente de su hija Sagrario, que se fugó a Madrid seducida por un cadete del que estaba enamorada, acoge a su hermano con gran cariño y se consagra a cuidarle como a un hijo. El anarquista dedica sus largos ratos de ocio a charlar de música con el sacerdote don Luis, maestro de capilla, y a perturbar con sus disertaciones la paz en que vivían el cura de monjas don Martín, el campanero Mariano, el zapatero y el perrero, apodado el "Tato". Ante ese auditorio, aumentado luego con la presencia de su sobrina Sagrario (a la que hizo buscar en Madrid tras haber sido abandonada por el cadete, hecha un andrajo), luce Gabriel sus conocimientos históricos, astronómicos, políticos y sociológicos, convenciendo a sus oyentes de que los sabios han explicado todo mejor que la religión, y han dado las normas para que la Humanidad viva feliz en una deliciosa igualdad. El resultado de los discursos de Gabriel es que, hallándose una noche de guardia en la catedral (cargo que le habían facilitado para que pudiera ayudar a su hermano al sostenimiento de los gastos de la casa), se le presentan sus tres "discípulos", el campanero, el zapatero y el "Tato", con intención de apoderarse de las alhajas de la Virgen del Sagrario que adornaban la imagen por ser su fiesta, y como él trata de convencerlos de que han interpretado mal sus afirmaciones y de que no deben cometer ese crimen, discuten con acritud. Ante la amenaza de dar la alarma por parte de Gabriel, el zapatero, borracho, golpea al guardián en la cabeza y lo mata.
El intruso (1904)
Es, quizas, la novela más política de Vicente Blasco Ibáñez. En ella sintetiza los conflictos sociales conformadores de la Vizcaya moderna, que enfrentan a los antiguos carlistas, parapetados tras el partido nacionalista de reciente creación, y apoyados por los jesuitas de Deusto, con el proletariado minero y de los altos hornos, cogiendo en medio a los burgueses liberales que habían desarrollado la ciudad. Fueron los primeros encontronazos entre bizkaitarras y proletarios en su mayoria emigrantes, llamados despectivamente "maketos", el once de octubre de 1903 se enfrentaron en Bilbao violentamente miles de personas, era domingo y ademas el dia de la patrona de Bizkaia, la virgen de Begoña (Begoña´ko Ama) Un cura grito "¡Vivan los bizkaitarras!" y un joven le contesto "¡Viva la Republica!" fue rodeado y apalizado, se le dio por muerto, consiguió llegar vivo al hospital. Las cosas venian de atrás, ambos bandos llegaban preparados, después de este dia se juraron odio eterno.
La bodega (1905)
En ésta novela se reconoce la influencia que sobre sobre él produjó en ésta etapa, el periodista y novelista francés Emilé Zola. Han transcurrrido los años y varios regimenes políticos se han alternado, pero finalmente y llegados al momento en que los personjes de la novela nos relatan cada uno su historia, encontramos una Jerez donde impera la injusticia de los caciques y del latifundio. Así en "La bodega" podemos encontrar figuras y elementos del más puro estilo y tipica leyenda andaluza, alli encontramos señoritos calaveras soberbios y pedantes, contrabandistas, mozas andaluzas con la gracia y salero que carácteriza a las gentes de ésta región de España Dupont, el dueño de la bodega- cuya propiedad consiguio su abuelo, en condicioenes y circustancias poco éticas- un cristianoque no admite a su lado a nadie que no demuestre su religiosidad, y que gasta una fortuna en levantar un altar para la virgen, y permite que sus trabajadores le llamen de forma servil " el amo"; mientras que considera justa la situación de ignominia y miseria en que mal viven esos mismos trabajadores. Por encima de todos e´sta la figura carismática y estóica de Salvatierra, el revolucionario procedente de la clase dominante, la conciencia de los de su clase. Teórico de la " IDEA", QUE SUEÑA CON CONSEGUIR QUE LA TIERRA LA POSEAN AQUELLOS QUE LA TRABAJAN, lo cual les permitira tener una vida más digna y que eexista una auténtica justicia social En definitiva una novela que aún habiendo transcurrrido muchos años desde su publicación, permanece fresca en cuanto que su temática sigue de actualidad, ya que son muchos los lugares del mundo donde siguen perviviendo las desigualdades, la explotación , la miseria.
La Horda (1905)
Forma parte de la serie de obras que Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) alumbró durante los años en que fue diputado republicano y en las que expresó de forma más directa sus inquietudes sociales. Preparada minuciosamente por Blasco, que modeló todos y cada uno de sus personajes a partir de tipos reales, y ambientada en Madrid, la novela narra los infructuosos esfuerzos de su protagonista, Isidro Maltrana -individuo con talento, pero lastrado por su origen social-, por dejar atrás una existencia marcada por la explotación, la marginación y la ignorancia, y determinada por una sociedad que sólo abre a las víctimas la posibilidad de dejar de serlo a cambio de sumarse incondicionalmente a las filas de los verdugos.
Novelas psicológicas:
La maja desnuda (1906)
Mariano Renovales, hijo de un herrero de pueblo, tenía grandes aptitudes de pintor, y desde joven logró ser pensionado en Roma y alabado por la crítica. Ya bien conocido en Madrid, se casó con Josefina, mujer de apariencia insignificante, huérfana de un diplomático y que ni por su belleza ni por su riqueza aventajaba a otras muchas concurrentes a las reuniones mundanas. El pintor pasó una feliz época viajando con su mujer por Italia antes de instalarse definitivamente en Madrid. El artista, obsesionado con el conocido cuadro de Goya, consigue que su esposa Josefina se deje hacer un retrato similar. Pero después de acabado, ella, arrepentida, destruye el lienzo. Mariano, que se doblegaba a todos los caprichos de Josefina, se enfada al principio, pero acaba por olvidar la querella a los tres días, y la tranquilidad resurge en el hogar. Del matrimonio nace una hija, Milita, y aunque la madre no es de naturaleza vigorosa, se obstina en criarla ella misma, con lo cual empieza su decadencia física, al mismo tiempo que unos celos imperiosos —a los que no da motivo alguno el honrado Renovales— comienzan a florecer para amargar la existencia de ambos. El abismo que los separa se va ahondando poco a poco, y el insigne pintor, en el apogeo de su gloria y tranquilidad económica, es un desgraciado que no puede realizar sus sueños de artista y ha de limitarse a pintar retratos. Pero ni aun eso apacigua los absurdos celos de la infeliz Josefina, celos que contribuyen a hacer caer a su marido en lo que no hubiera pensado a no ser por el hastío que ella le causa. Renovales, después de servir algún tiempo de juguete a la casquivana y coqueta condesa de la Alberca, termina siendo su amante, y la triste esposa, que de todo está enterada, se consume lentamente hasta que la muerte acaba con sus dolores. Entonces, Renovales, que esperaba la viudez como una liberación, empieza a comprender cuánto le amó Josefina, y a valorar la belleza que reflejaban los numerosos retratos que le hizo, rememorando los días de felicidad vividos con ella. Enfermo, caduco y agotado a los cuarenta y tantos años, abandona a la condesa de la Alberca para consagrarse a intentar, en vano, repetir el cuadro que siempre soñó hacerle a su mujer.
Sangre y arena (1908)
A Juan Gallardo, torero de España, la vida parece haberle sonreído. Aquel chico pobre de Sevilla que se escapaba para torear en las ferias, se había abierto camino como valiente novillero. Después triunfó como matador, despertando el entusiasmo del público. Ahora lo tiene todo: fama, dinero, tierras, mujeres a sus pies y una esposa enamorada y comprensiva. Pero conoce a Doña Sol que se convierte en su amante y todo cambia. Cuando su esposa se da cuenta de que le ha sido infiel con Doña Sol, decide dejarlo. Juan Gallardo no se preocupa ya por el triunfo en la plaza de toros y decide retirarse. Su esposa le dice que ella nunca lo ha dejado de amar y el contesta que toreará por última vez antes de retirarse. Es cogido gravemente al entrar a matar y desea vivir para aprender a leer y escribir, pero es tarde, muere y su esposa no se arrepiente de nada, pues considera que ha sido víctima del destino.
Los muertos mandan (1909)
transcurre en las islas baleares- mallorca y luego ibiza-. Cuenta la historia de un joven de buena familia venida a menos. El esplendor de su linaje viene de los reyes católicos, pero en el siglo XIX se viene abajo. La única posibilidad de mantener ese apogeo pretérito es casarse con una joven chueta- judía mallorquina- pese a la deshonra que eso conlleva entre la población cristiana. Nos encontremos en la situación en la que nos encontremos, el peso de nuestros antepasados sobre nuestras decisiones es total, no tenemos voluntad propia, de cambiar la historia. Antes la ruina que la deshonra. De ahí el título.
Novelas americanas:
Los argonautas (1914)
Casi toda la narración se desarrolla en el Goethe, un trasantlántico que hace el viaje entre Europa y Argentina y se inicia con los preparativos del viaje de su protagonista, Fernando Ojeda, trasunto del autor, que, obligado por lo limitado de sus recursos y por su deseo de mantener un nivel de vida acorde con su clase social, se aleja de su patria en busca de fortuna, suponiendo que en el nuevo mundo podría obtener suficiente dinero para mantener una existencia caracterizada por el lujo y la abundancia. A lo largo de la travesía, el protagonista mantiene reiteradas y prolijas conversaciones con Isidro Maltrana que, tras haber sufrido una infancia hospiciana y proletarizada, ha llegado a ser un intelectual desclasado y bohemio, cuya pluma está al servicio de bastardos intereses, y cuyas opiniones posibilitan una dialéctica oposición con las de Fernando. Los interesantes debates de estos dos personajes permiten una visión dialéctica y complementaria de las cuestiones que, en aquel tiempo, apasionaban a la sociedad, entre las que destaca la referida al conflicto entre el capital y el trabajo.
La tierra de todos (1922)
Testimonia la doble faceta de Blasco Ibáñez como aventurero y como hombre dominado por la pasión literaria. En 1910, el escritor valenciano abandonó la creación y cruzó el Atlántico para probar fortuna como colono en la Argentina. Transcurridos los años, los recuerdos de aquella empresa fracasada impregnan una historia que se desarrolla en los áridos territorios de Río Negro, en la Patagonia, y tiene como punto de arranque un asunto legendario: los terribles efectos que provocó la hermosura de Helena y que darían origen a la mítica guerra de Troya. Blasco Ibáñez, que en otros relatos ya se atrevió a rivalizar con célebres títulos literarios, recoge de la tradición clásica un asunto que le permite exponer, de forma ficcional, uno de los tipos femeninos característicos de su narrativa: el de la mujer vamp, capaz de seducir a los hombres y sembrar la discordia en el tranquilo poblado de la Presa. Es éste el motivo que se destacaría en The Temptress, versión cinematográfica de la obra que Hollywood realizó en 1926, con la actriz Greta Garbo en el papel estelar. Junto a este tema, la novela sobresale por la destreza descriptiva del escritor, por su hábil manejo de los resortes melodramáticos y por la importancia que se le concede a la emigración europea al continente americano en las primeras décadas del siglo XX.
Novelas de exaltación histórica española:
El Papa del mar (1925)
Una magnífica novela que va desarrollándose simultáneamente en dos tramas distintas, una real, en el pasado, y otra ficticia, en el presente, pero ambas relacionadas entre sí. En el Blasco intentó recuperar la figura de Benedicto XIII, más conocido como el Papa Luna, protagonista del célebre `Cisma de Occidente`, cuyo pontificado tuvo como sede la población de Peñíscola, en Castellón. Claudio Borja, un joven poeta valenciano, tiene un único sueño: Escribir un poema épico en el que recuperar la figura del olvidado y casi vilipendiado Don Pedro Martínez de Luna, Papa del pontificado de Aviñón bajo el nombre de Benedicto XIII, el Papa Luna, `la voluntad más tenaz de su época y tal vez de todos los tiempos`. Sin embargo, sus planes se ven truncados con la aparición de Rosaura Salcedo, una joven, rica y hermosa viuda argentina de la que caerá rendidamente enamorado, y a la que seguirá ciegamente abandonando sueños, familia y vida. Claudio se convierte así en su admirado caballero Tannhauser, enamorado del mismo amor y por tanto rendido para siempre a los pies de Venus.
A los pies de Venus (1926)
Cuenta Blasco Ibáñez en su novela «A los pies de Venus» que los Borja se establecieron en Játiva para hacer frente a los moros que intentaban recobrar el reino de Valencia. Hubo Borja ricos y otros que, dedicados al cultivo de la tierra, fueron descendiendo en rango social, aunque sin perder su nobleza. Alfonso de Borja era hijo de uno de esos hidalgos venidos a menos, que vivían al estilo de los labradores. El 31 de diciembre de 1368 nace en Canals, entonces una pedanía de Játiva, Alfonso de Borja. Desde su infancia una predicción lo acompañaba. Su madre le había contado que, en los primeros años de su vida, el gran predicador San Vicente Ferrer profetizó al verlo su ascensión al más alto puesto de la Iglesia. Alfonso estudió leyes en la Universidad de Lérida y obtuvo una cátedra en plena juventud. El rey Alfonso V de Aragón supo ver capacidad para las negociaciones diplomáticas lo hizo su secretario. El joven Borja recibió el obispado de Valencia al conseguir que el Papa Clemente VIII renunciase a la tiara, dando carpetazo así el Cisma de Occidente.
En busca del Gran Kan (1928)
Esta novela es la primera parte de un magno proyecto sobre la conquista de América. El tomo primero se debía titular El tesoro del Gran Kan o La cuna y se refería a la figura compleja, grandiosa y mística de Cristóbal Colón, el segundo trataría de Alonso de Ojeda bajo el título El Caballero de la Virgen, el tercero narraría la conquista de México por Cortés y el cuarto se dedicaría a Pizarro o a Núñez de Balboa, y llevaría como título El oro y la muerte. Al morir, el autor sólo dejo escritas las dos primeras.Todas las cualidades de descriptor y de narrador que poseía Blasco Ibáñez patentiza En busca del Gran Kan (Cristóbal Colón), publicada póstumamente en 1929, que narra, junto a la expulsión de los judíos, la preparación, travesía y exploración inaugural del primer viaje colombino, enmarcado todo ello en una delicada trama amorosa. Su erudición histórica le permite al novelista dar vida a la sociedad española del siglo XV y describir, con luz y precisión, la naturaleza americana. El lector encontrará en este libro la novela de la gran equivocación de una vida.
El caballero de la Virgen (1929)
El caballero de la Virgen es el sobrenombre dado a Alonso de Ojeda, prototipo de los descubridores españoles de América. Es una novela histórica escrita en prosa que narra la vida de los primeros exploradores, navegantes y conquistadores españoles que se asentaron en la Española. El Explorador Alonso de Ojeda es el protagonista. Su creador, Vicente Blasco Ibáñez, investigo minuciosamente la historia de los acontecimientos que se desarrollaron en los primeros años siglo XVI para escribirla con la mayor exactitud y similitud posible.
Novelas de aventuras:
El paraíso de las mujeres (1922)
Edwin Gillespie, un joven ingeniero de Nueva York, lleva varias semanas de navegación en una travesía peligrosa entre San Francisco y Australia a bordo de un de los paquebotes ingleses.
La reina Calafia (1923)
Centrada en la España de los años veinte nos narra la tranquila vida de dos familias en las que irrumpe una millonaria del Nuevo Mundo ( al cual se denomina en ésta época " el mundo moderno" ) dando a sus vidas un inesperado impulso y rompiendo la monotonía cotidiana. Nos conduce, a través de su poliédrica visión de la realidad, por el deslumbrante "mundo moderno" de las primeras décadas del siglo XX, en un intento por reflexionar sobre los fundamentos éticos del ser humano. Quizá el logro más notable de esta novela sea el gran esfuerzo en demostrar que no existen diferencias de sexo en lo esencial. Así, los diferentes protagonistas de esta trama, tan cinematográfica en muchos momentos, se mueven por escenarios de ciudades muy cosmopolitas, San Francisco, Niza o Madrid, en busca de un mito: "la felicidad", que aparece y desaparece en forma de pasión, amor o muerte. Blasco Ibáñez traza, con oportunidad y técnica, el paralelismo histórico que justifica el título de esta magnífica obra de madurez, remontándose, en un salto de cinco siglos, al desconocido origen literario y castellano de la actual California.
Novelas cortas:
El préstamo de la difunta (1921)
Relatos de terror: Una colección de cuentos largos de Blasco Ibáñez publicados con este título que lo es también de uno de los relatos. La maestría de Blasco para el cuento, reconocida en su tiempo, está volviendo a ser revalorizada.
El adiós de Schubert (1926)
Incluye: El adios de Schubert Mademoiselle Norma Un ididio nihilista Marinoni La muerte de Capeto
Novelas de la Costa Azul (1927)
En las novelas cortas reunidas aquí el tono de profunda melancolía plantea serias dudas sobre un cierto regusto amargo en la existencia del escritor. Ahora, el amor vuelve a ser como en muchos de sus argumentos un motivo central. Pero ese sentimiento se despoja de su aureola mágica cuando se entremezclan en él las reflexiones sobre una juventud cada vez más remota que impide resucitar los viejos oropeles. En los cinco relatos domina la visión retrospectiva de sus protagonistas, personajes que parecen haber cruzado una barrera cronológica y no pueden recuperar la felicidad perdida. Desde luego, tales consideraciones no son necesariamente el trasunto de una experiencia subjetiva.
Novelas de amor y de muerte (1928)
Último libro que Blasco Ibañez publicó en vida sin ser un testamento sí constituye una singular síntesis de temas y motivos caros al autor. Una galería de tipos y caracteres junto a escenarios y tiempos diversos que le permitirán dar rienda suelta a su desmedida pasión por contar.
Libros de viajes:
En el país del arte (1896)
Este no es un libro de viajes escrito por un novelista, pero es un libro de viajes escrito por un novelista. Y aunque parezca un acertijo lógico, comprender en qué sentido lo es y no lo es nos dará la clave del texto. No nos encontramos ante el ocio de un literato que se dispone a hacer una peregrinación estetizante al estilo de Goethe o Stendhal; no obstante, es un recorrido de ciudades emblemáticas, y su autor impregna las páginas de reconstrucciones narrativas y descripciones brillantes, como solo puede hacerlo quien ejerce su oficio con soltura. Blasco, además, se enfrenta a este deambular inesperado desde la tensión vivencial y política que envuelve sus afanes en esos momentos, por lo que mira, observa y relata a partir de sus inquietudes sociales. (...)»Génova, Milán, Turín, Pisa, Roma, el Vaticano, Nápoles, Pompeya, Asís, Florencia, Venecia. El recorrido no se aleja del de un turista convencional, pero la mirada propia, no ahogada por el talante divulgativo de la obra, le lleva de las descripciones certeras, a la recreación histórica, del análisis de las gentes a la soflama republicana, todo ello en una fluida prosa literaria que únicamente en cierta grandilocuencia acusa el paso de los años
Oriente (1907)
A finales de agosto de 1907 Blasco inicia un viaje a través del centro de Europa que le llevará hasta Constantinopla, capital del Imperio Otomano y puerta de Oriente. En la crónica de este viaje Blasco combina con maestría la descripción de lo curioso y pintoresco con la historia de cada lugar que visita, anticipando en sus reflexiones muchos de los cambios que habrían de tener lugar como consecuencia de la Gran Guerra. En la primera parte, "Camino de Oriente", el novelista nos guía desde la ciudad balneario de Vichy hasta Budapest, pasando por Suiza, Alemania y Austria, dándonos una lúcida y difícil de superar descripción de la Europa de comienzos de siglo. La segunda parte nos traslada a Constantinopla, ciudad por la que Blasco, como muchos antes y después de él, se deja fascinar. A lo largo de los dieciséis capítulos que dedica a esta ciudad, al autor nos introduce de lleno en el mundo oriental, con sus resplandores y sus sombras, con su constante ajetreo y su intimismo, siempre con la destreza propia del gran escritor.
La Argentina y sus grandezas (1910)
La vuelta al mundo de un novelista (1925)
Narra el viaje alrededor del mundo que realizó el célebre escritor español en un crucero (el Franconia, de la compañia Cunard) durante la década de los 20, por diversos países de América, Asia y África, desde su residencia en Menton (Francia). El Franconia partió de Nueva York. En el relato aparecen gran cantidad de datos históricos, geográficos, culturales y políticos sobre el mundo en el período de entreguerras, narrados de primera mano de manera magistral por el autor valenciano. Sus reflexiones y descripciones arrojan una mirada sobre los distintos lugares que visita interesante todavía hoy, cerca de 90 años después de haberse escrito. Se divide en: Libro I: Estados Unidos, Cuba, Panamá, Hawai, Japón, Corea, Manchuria. Libro II: China, Macao, Hong Kong, Filipinas, Java, Singapur, Birmania, Calcuta. Libro III: India, Ceilán, Sudán, Nubia, Egipto.
Otras de sus obras son:
La Historia de la Guerra europea de 1914
Describe la guerra dandonos la sensación de algo vivido, de algo que el lector creerá presenciado por si mismo. Describe el entusiasmo de París, de la vida de campamento, del dolor trágico de los hospitales, de los horrores de la lucha, las grandes batallas, la guerra en el mar y en los aires, el heroismo. Ha sido catalogada como el mejor resumen gráfico de la guerra.
El militarismo mejicano (1921)
En 1921, Blasco Ibañez publica un ensayo titulado El militarismo mexicano donde hace un retrato bastante crítico de la Revolución.
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